24 marzo 2023

ARTÍCULO: LA MÚSICA QUE FACTURA



 LA MÚSICA QUE FACTURA



A nadie se le escapa que, el orden de los pasillos o la colocación de los productos en los supermercados tienen una organización muy estudiada con el objetivo de incrementar las ventas. Ahora bien, debes tener en cuenta que esa música de fondo que intentas ignorar y que te puede parecer que está completamente elegida al azar, también podría estar logrando que gastes más dinero o que compres productos que, inicialmente, no tenías pensado comprar. ¿Curioso, no?, así que por esta razón y por raro que te parezca, una buena elección musical consigue el mismo efecto que comentábamos al principio. Una cuidada selección musical en los momentos adecuados puede afectar a tu estado de ánimo, a tu intención de compra y a tu percepción general, modificando tu transacción. Sabemos el efecto que tiene la música en las emociones de las personas y por ende, cómo esto influye en los estados de ánimo. Desde el punto de vista del cerebro son varias las partes que se activan favoreciendo o no la atención, es decir, produciendo cambios en nuestros sistemas atencionales y no siempre van a favor de que no se vaya el dinero de nuestras carteras. Nuestra atención ejecutiva se puede ver afectada por una música que nos evoque alegría y con ello, la decisión que tomemos a la hora de coger uno u otro producto sea o no una buena decisión. Ya hemos hablado en otros artículos de que la toma de decisiones siempre está regida por la emoción. ¿No te ha pasado que alguna vez, sin darte cuenta, terminas cantando la canción que suena en el pasillo del supermercado o incluso medio bailando mientras crees que piensas en el atún que vas a escoger? Está claro que en esos momentos hay un tira y afloja entre tu corteza prefrontal (encargada de tus funciones ejecutivas) y el sistema límbico (el que se encarga de tus emociones). 

Esta relación entre la música y el incremento de ventas es el objetivo del neuromarketing. La música puede influir mucho a la hora de captar posibles clientes y sobre todo, ayuda a retenerlos y a interesarse en un producto determinado. Por ejemplo, se sabe que la música de tempo rápido nos hacen aumentar la marcha, así que es muy recomendable que se opte por este tipo de música en hora punta o cuando se tenga muchos clientes en un local. Esto, como comentamos antes, se debe a que los tempos rápidos hacen que nuestra atención baje la guardia y seamos menos selectivos o actuemos de forma menos reflexiva. También está demostrado que, cuando la música suena a un volumen fuerte, los clientes dedican menos tiempos a inspeccionar la calidad de los artículos y compran, sin más; ante productos de colores llamativos, una música alegre y vitalista les animará a comprar sin una mayor deliberación. Por otro lado, las músicas lentas contribuyen a nuestra relajación, a crear un ambiente de calma que nos invita a caminar más pausadamente y a prestar más atención a los pequeños detalles, dando lugar a estancias más largas en la tienda.
Se recomienda el uso de música con estas características si el establecimiento está vacío o si se vende productos de bienestar o naturales. ¿A qué te sigue resultando todo muy interesante, verdad?.

Ocurre igual si, el local en el que nos encontramos es un restaurante. En líneas generales, en los restaurantes en los que oímos música lenta y agradable, tendemos a permanecer más tiempo, gastamos más y dejamos más propina. Existen también otros estudios que demuestran que la música pop hace que los clientes estén menos tiempo en el restaurante y consuman bastante menos. Si los estudios lo corroboran, así debe de ser...

Otro sector en el que se aprecia mucho la importancia que tiene la música en la compra realizada es el de la venta de vinos. Está demostrado que si escuchamos música clásica de fondo mientras escogemos un vino, tenderemos a comprar vinos más caros o también existen otros estudios que demostraron que, dependiendo de la nacionalidad de la música escuchada, aumentaban las ventas de los vinos de ese país. Así pues, ¡que suene la música española! para fomentar el consumo de los vinos de nuestra tierra, aunque ellos ya casi que se venden solos, ¿no creen?

¡Todo un mundo el del neuromarketing! …y ¡qué inocentes somos al pensar que "está en nuestras manos" el poder de la elección!


Alicia Alonso González y Aranza Hernández Hernández

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